🔺️La indignación por un presunto una agresión atribuida a un militar desató una protesta que terminó en estallido violento: golpes, saqueos y disparos al aire encendieron la noche en la isla.
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La tranquilidad de la isla se convirtió en un campo de furia la noche de este sábado, luego de que trascendiera la denuncia de un presunto abuso sexual contra una niña de apenas 9 años, señalado en redes sociales como responsable un elemento del Ejército Mexicano.
Cientos de ciudadanos se movilizaron frente a las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde las consignas de justicia pronto dieron paso a la violencia. Piedras, palos y hasta bombas molotov volaron contra la fachada, rompiendo vidrios y provocando destrozos en la caseta de vigilancia. Minutos después, la multitud se dirigió a la tienda Sedena, donde el descontento derivó en saqueos y destrucción.
En medio del caos, se escucharon detonaciones que sembraron pánico entre los presentes. Eran disparos al piso realizados por militares con la intención de dispersar a la multitud. En la confusión, una mujer resultó herida y fue trasladada en un taxi al Hospital General. Más tarde, autoridades confirmaron que se trataba de una lesión superficial y que su vida no estaba en riesgo.
El comandante de la guarnición militar en Cozumel, general Toscano, aseguró que el caso será investigado “hasta las últimas consecuencias”, aunque hasta el momento no se han confirmado detenciones ni identificados responsables. La percepción en las calles es distinta: desconfianza, enojo y exigencia de justicia contra quienes, afirman los manifestantes, deberían ser garantes de seguridad.
Por su parte, el presidente municipal José Luis Chacón acudió al hospital para verificar el estado de salud de la menor. Los primeros estudios médicos descartaron la consumación de la violación, pero la Fiscalía General del Estado continuará con las indagatorias para esclarecer los hechos.
La exigencia de la ciudadanía es contundente: justicia sin privilegios y castigo ejemplar para los responsables, pues el hartazgo contra la autoridad castrense ya se hizo sentir con violencia en las calles de Cozumel.












