🔺Tras 25 años de mantenerse ocultos, las autoridades por fin dieron con el paradero de estos delincuentes quienes cobardemente privaron de la vida a su propio hijo y cuyo cadaver abandonaron en un contenedor en 1999.
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Una mujer que diariamente salía a las calles de Chetumal para vender flores, resultó ser la asesina de su propio hijo, un menor que fue hallado sin vida en 1999.
Parecía una persona normal, reservada, y tranquila, pero que resultó tener un oscuro pasado que arrastraron por 25 años ella y su pareja, quienes cometieron el peor crimen que puede cometer un padre y madre, y es matar a su propio hijo.
A quien además abandonaron en un contenedor en Aguascalientes en 1999, este caso sonó muchísimo en ese tiempo donde también fue abordado el caso en un programa conocido en todo México, mujer casos de la vida real.
Esta mujer huyó junto a su pareja, y entonces llegaron a Chetumal donde se escondieron por 25 años, hasta que en días pasados fueron identificados y entonces detenidos por las autoridades, dicen que la justicia es lenta en México, pero no creíamos que tanto.
Doña Liliana Lucero N., vendía flores en Chetumal, y era madre de Dylan (el niño del contenedor), Francisco Javier N., era su padrastro, y como pareja tuvieron tres hijos más, dando un total de cuatro hijos.
La abuela de Dylan en el pasado señaló que el menor era victima de maltrato por parte de su padrastro y también de su madre que empezó a mostrar desprecio hacia el pequeño.
Era tanto el maltrato que la abuela en su momento denunció al DIF las agresiones hacia el pequeño para pedir la custodia pero entonces el pequeño desapareció y también la pareja, hasta que el cuerpo del menor fue hallado envuelto en una sábana y dentro de un contenedor, por lo que este caso fue conocido por mucho tiempo como el caso del “Niño en el contenedor”, aunque fue hasta el 2001 que la abuela reconoció al pequeño mediante una prueba de ADN y las fotografías que le mostraron del pequeño.
Los años pasaron y el caso quedó en el olvido por nada más y nada menos que 25 años, hasta que hace unos días el grupo de homicidios tradicionales, de la Fiscalía General del estado de Aguascalientes empezaron a retomar el caso e incluso volvieron a buscar a los testigos para conocer si sabían alguna actualización, por lo que la información los llevó a Chetumal, Quintana Roo, donde pidieron apoyo de los agentes de las autoridades de este estado para lograr la detención de estas personas.
En chetumal se hacían pasar por personas tranquilas, que trabajaban en diversos rubros para ganarse el pan diario, y la gente desconocía la realidad.
Todas las investigaciones y relatos de testigos señalan que tras cometer el crimen la pareja huyó a León, Guanajuato, para después moverse al estado de Oaxaca y luego a Palenque Chiapas; y en el año 2002 se establecieron en la capital de Quintana Roo, donde permanecieron ocultos hasta hace unos días que se logró su detención.
